L. Ronald Hubbard escribió y publicó El Código de Honor en 1954 junto con la siguiente introducción:
Nadie espera que el Código de Honor se siga en forma precisa y estricta.
“Un código ético no puede imponerse. Cualquier esfuerzo para imponer el Código de Honor lo pondría al nivel de un código moral. No puede imponerse sencillamente porque es un modo de vida que sólo puede existir como modo de vida mientras no se imponga. Cualquier otro uso del Código de Honor, excepto el auto-determinado, produciría, como cualquier scientologist podría notar de inmediato, un deterioro considerable en una persona. Por lo tanto su uso es un lujo, que sólo se utiliza únicamente bajo acción auto-determinada, siempre y cuando uno esté totalmente de acuerdo con el Código de Honor”.
1. Nunca abandones a un compañero en necesidad, en peligro o en apuro.
2. Nunca retires tu lealtad una vez otorgada.
3 Nunca abandones a un grupo al que debas tu apoyo.
4. Nunca te menosprecies ni minimices tu fuerza o tu poder.
5 Nunca necesites elogio, aprobación o compasión.
6. Nunca hagas concesiones con tu propia realidad.
7 Nunca permitas que tu afinidad se desvirtúe.
8 No des ni recibas comunicación a menos que tú mismo lo desees.
9. Tu auto-determinismo y tu honor son más importantes que tu vida inmediata.
10. La integridad hacia ti mismo es más importante que tu cuerpo.
11. Nunca lamentes el ayer. La vida está en ti hoy y tú creas tu mañana.
12 Nunca temas dañar a otros por una causa justa.
13. No desees agradar o ser admirado.
14 Sé tu propio consejero, sigue tus propios consejos y selecciona tus propias decisiones.
15. Sé fiel a tus propias metas.
Este es el código ético de Scientology, el código que uno usa no porque tenga que hacerlo, sino porque puede permitirse ese lujo.