La vida ha tendido a forzar al individuo a adoptar ciertos valores. Las tensiones de la existencia han tendido a fijar su atención hasta un punto en el que la conciencia de sí mismo y de su entorno ha quedado enormemente reducida.
Con una conciencia espiritual reducida llegan problemas, dificultades con otras personas, enfermedades e infelicidad.
La meta de Scientology es invertir esa reducción de la conciencia y, en ese sentido, despertar al individuo. Según la persona llega a estar más y más alerta, sus habilidades aumentan y es capaz de una mayor comprensión y, así, es más capaz de establecer control sobre su propia vida.
Scientology, pues, proporciona soluciones a los problemas del vivir. Su resultado final para el individuo es conciencia y libertad espiritual incrementadas, y la rehabilitación de su decencia, poder y habilidad básicos. Puede, y logra estos fines de manera rutinaria, diariamente, en todo el mundo.